Ver quién fuiste, con quién te juntabas y cómo ellos te identificaron
Hoy luego de casi dos meses, vi a mis antiguos amigos del colegio. Con quien más mantuve comunicación fue con mi estimado Danny. Él, de todo el grupo es quien se preocupa por mi. No digo que nadie más pero, no tan desinteresadamente y tampoco cuando les da la gana de siquiera escribirme o algo.
En fin, fuimos al bowling. No tuve ningún argumento en contra de ir, de hecho, sonaba cool. Luego me percaté que al día siguiente, iría a un almuerzo con una amiga, debía evidentemente gastar poco.
Aguanté la tentación, fui con ellos al lugar pero no jugué.
Dentro del mismo centro comercial, venden comida, a pesar de las ganas, también me resistí. Sin embargo, pasamos por mi librería preferida y compré un libro, a eso no me pude resistir. De hecho, no he ido a hacer mercado con el fin de ahorrar algo de dinero y comprarme un libro que deseo pero que cuesta 1200BsF.
Siempre me consideré muy tímida, me cuesta adaptarme a "grupos nuevos" pero a ellos los conozco desde hace unos 6 años y sin embargo, algo ocurrió que se me hizo incómodo saludarlos.
Se encontraban Andrés, G y su novia reunidos, no sé si es que mis pensamientos son tan distintos o si espero mucho de los demás pero, cuando alguien llega, lo cortés es saludar, ¿no? al menos, demuestra que te importa quien llegó. Ninguno de los tres se tomó la molestia de saludarme, yo me tuve que acercar a cada uno para recibir un saludo desganado e incluso (no es seguro) hipócrita.
Desde allí se volvió incómodo, el ambiente indudablemente estaba tenso. No sabía de qué demonios hablar con estos extraños, ¿les cuento sobre mi vida? ¿les digo mis anhelos y mis desdichas? no. ¿Ellos me dirán algo? ¿Sobre ellos, sobre el clima? algo? ¿no?...
Así fue todo el día, mis comentarios ignorados, conversaciones a las cuales no hallaba la manera de adaptarme y sobretodo, el ambiente de tensión...
Mientras jugaban, se hablaba muy poco, nadie me preguntó cómo estaba o qué estaba haciendo, nada.
Luego, decidimos ir a jugar pool. Yo no quería ir, hace unas 2 noches hubo un tiroteo dentro de ese centro comercial donde esta el pool. Recuerden mi paranoia, mi miedo a esas cosas y de paso, tampoco quería jugar pool. Llegamos pero todo el mundo se arrepintió así que, (ya Andrés había dicho que fuésemos a su casa) obviamente, no quería ir. ¿Para que? ¿para continuar con las fingidas conversaciones, mi falso interés por sus vidas y con los silencios incómodos? I'D RATHER NOT. Prefiero quedarme en casa viendo películas con cotufas que estar una hora más fingiendo.
Me di cuenta de algo muy importante, logré comparar quien fui, cómo me veía en el colegio y actualmente.
Mis amigos, mis pegostes (como dice M.P) me quieren, les importa mi opinión y con ellos, ningún silencio es incómodo.
En conclusión, quien fui en el colegio era una chica sumamente sometida, introvertida, con su opinión silenciada por la risa ajena y el desinterés de mis compañeros. Debía por lo tanto, buscar "compañía" inclusive si mi voz no importara, en bachillerato, lo que importa es que no te vean solo en los recreos, en los breves intervalos de tiempo libre entre clases; no quedarte sin grupo para ningún trabajo y mantener al menos una pequena vida social (la cual incluye, "según el estereotipo" alcohol y trasnocho).
Con ellos la tuve, aunque el vacío sentimental, nunca fue llenado y mi opinión, fue vista (auto-percepción) como algo inútil, vago y sin valor. Pero, ahora sé que sí tiene valor.
Quién creo ser actualmente, difiere considerablemente de aquella; prefiero ser asocial, quedarme sola, caminar sola que ir por la vida con falsas amistades para quienes mi voz es nula.
M.P y Juan son amigos de verdad, nunca los habia tenido, ahora sé que se siente tener amigos, ser entendida y ser estimada.
Son pequeñezas las que los convierte en grandes, las acciones y gestos los transforman en hermanos y juntos, son mis pesgostes. Con ellos, aprendí que si no te quieren por como eres, no vale la pena estar con su presencia, es entonces verdad el fucking cliché.
También, que los libros son tus mejores amigos, en todo momento. Los uso como una máscara, un antifaz para ocultar mi soledad (los pocos momentos en los cuales estoy sola, siempre ando empegostada) y funciona, es más, en ocaciones, se me han acercado para hablar sobre el libro que estoy leyendo.
Es mejor estar solo que mal acompañado. Los amigos de verdad, te quieren por como eres y te valoran.
Comentarios
Publicar un comentario