Random versos en prosa.

Piensa, calma, respira.
¿O era respira, calma, piensa?

Las horas son veloces, los minutos son bestias feroces. No hay tiempo para malgastar y quién pueda molestar, es mejor apartar.

Las cortinas distraen la vista del libro, el viento la hace ver fantasmal. Veo sin duda el vacío abismal que reside entre ella y la pared. Es para el viento una red.

Canciones y opciones, hay que pensar, respirar y calmar. ¡Rayos! Oblongos retratos en recuadros. No se oyen mis pasos sobre el asfalto. Ni los gritos que supone el maltrato. 

Los problemas del cuaderno, se hacen eternos y mis pensamientos se alejan de ellos. No hay más que falso o cierto.

Corre, llora, huye, haz yoga, haz gritar al cónyuge. Piensa, respira y calma. Haz del alma un arma contra el letargo.

Inerte o inexistente, movimiento no hay siempre. Llora y grita por tu tierra bendita. Bandido, cobarde e inútil sol, calienta el asfalto y quema las hierbas.

El fuego no es juego. Hubo un yugo que jugó para el juglar. Luego el tiempo, el momento jamás pasó ni jugó. Solamente quemó ése lugar. Los naranjos no darán más jugo en mayo. Mejor te doy mi mano y vamos andando. Te regalo una naranja del árbol de al lado.

Calma, piensa, respira.

Recordar para no olvidar, el tiempo de oro y plata para la mula que carga la maleta del maestro.

La mente juega y ríe como un niño paseando sobre un río. ¡Calla de una vez! Es hora de ver al pez. Calma, respira, piensa.
Al pez o al alférez, busco al señor Pérez o Valdéz.

Frío el piso, frío el olvido. Helado el broche de mi vestido. Aquél que nunca llegué a usar para ir al mar. Aquél con el que nunca vi pasar al calamar; ni calmar, respirar y pensar jamás.