No te aburras de mí

Te lo suplico, no me dejes ir. Sé que es difícil pero aguántame un rato más, te prometo silencio y, si quieres, risas. Por favor, suplicar me coloca cerca de la línea que me prohibí cruzar, mi propio Ecuador de dignidad. No me dejas alternativa.

Sé que el sol es constante en su aparición y desaparición, pero son las nubes las que hacen de cada día uno diferente.  No te aburras de mí por solo tener dos estaciones: lluvia y sequía.  Tengo miedo porque la posibilidad de abandono siempre está ahí, esperando su oportunidad para robarse un pedazo más de mi alma.

No tengo mucho para ofrecer, quisiera saber más, tener más habilidades, más belleza y humores menos azules. La vida no me ha dado tales bondades, pero sé que tengo otras (que no pienso enlistar porque deberías conocerlas).

No te asustes cuando mi cabello esté descontrolado, mi cintura más gruesa, mis medias descombinadas y mis ganas de vivir estén por debajo de cero. No pido que me arregles, solo quédate a esperar que el sol brille más fuerte y haga desaparecer las nubes.

No te aburras cuando deje de hablar y los silencios imperen, no te aburras cuando comamos las sobras del día anterior, no te aburras de escucharme hablar una y otra vez de lo mismo, no te aburras de mis vestidos ni de mis perfumes.

Quédate para cambiar la estación de radio si ha de sonar una canción que me haga llorar.

Comentarios