Día #2 del reto ("Su sonrisa era falsa" y menos de una cuartilla).

Siempre lo supe, cada vez que iba descalza; no quería entenderlo, quizás...

Yo sin temor alguno me acercaba a ti, a tú pureza y lejanía. Tú te alejabas al pasar las horas; subías o bajabas, pero jamás te quedaste inerte. Bueno, desde acá puede ser visto así.

A veces estás triste, yo también lo estoy cuando es así. Pero al llenarte y completar la vida circunferencial y llenar mi balcón con tu luz, mi vida perdía todo sentido y podía escribir al cálido ritmo de Vivaldi.
De vez en cuando desapareces y yo sentada sobre la silla de ruedas seguía aguardando por tú retorno, que aunque muy breve, no dejaba de impresionar al pintor o al escritor.

En búsqueda de tu risa, de todo aquello que a mí me llena de alegría y de maravillas, caí del balcón una noche (por ello la silla de ruedas). Buscando balancearme sobre tus curvas, sobre tú luz.
Esa curva esplendorosa que va desde el oeste al este -o como quiera verse-. Pensé que volaría y creo que así pasó, no recuerdo bien. Pero, cuando te vi de cerca y descubrí que era el Rey quién iluminaba sólo una parte de tus cuadrantes, vi que tú sonrisa era falsa.

Aún falsa, no quita lo radiante.
Aún falsa, no dejo de esperarla.
Un pedazo de roca blanca iluminada.

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