Extraño encuentro.

Me dijiste que escribiera sobre ti, Joe. Sabes que es mucho lo que podría contar pero, me limitaré a contar lo que pasó hoy.

Salí de mi talk con D y fui directamente al carro, a Berry. Como usualmente pasa, salí inspirada y con algo más de entusiasmo sobre la vida en general...
Llegué a Berry para encontrarme con gente ausente. Sí, de esa que está, pero no está. Conecté el teléfono al cable auxiliar y -como cosa rara- escuchaba Madonna.
Le escribí inmediatamente a Joe. Él vive y respira su universidad. No había conocido a alguien más devoto; si le dieran a escoger entre su casa y la universidad, probablemente escogería la segunda... Me imaginé que estaría allí. Recientemente me dijo que le escribiera si estaba por ahí. Él seguramente no sabe que yo veo que siempre está "Online" en Whats... (oops, ahora lo sabes).

-Búscame en Prove.
-Voy.

Luego de un tanteo absurdo sobre qué hacer, procedimos a subir a San. Es muy genial escuchar todo lo que narra (Joe is cool).
Fuimos al centro comercial La Casona para que él comprara unos audífonos. 
Una vez adquiridos, dijo que me invitaría un helado en McDonald's, ¿cómo decir que no? Más si era con su grata compañía.
Una vez allí, con las barquillas en la mano y sentados cerca de la ventana, empezamos a hablar.

Suddenly, un tipo extraño entró por la puerta del "McCafé" y se sentó en la mesa de al lado, nos daba la espalda. En un momento se volteó e interrumpió la conversación:

-Do you speak english?- Dijo un hombre delgado y moreno. Usaba lentes oscuros y una chaqueta extra grande de color verde oliva.
J se quedó como en shock, ¿qué está sucediendo?
-Yes, I do. Respondí un poco asustada.
-Do you have 35 bolívares?
-Mmm sorry, what?

Me dio brevemente una explicación -en un inglés inentendible por lo bajo de su voz- sobre su necesidad de aquellos 35bs.
Sacó un inhalador de su koala (esos que poseen los asmáticos), tenía también un montón de billetes y papeles arrugados dentro.
Con ello observé sus antebrazos, tenía un montón de pulseras doradas y plateadas, una de ellas era grande, dorada y del tipo 'gladiador'. 

Me llamó la atención su inglés. Era sin duda un extranjero y no solamente eso, era un hombre proveniente de un país habla inglesa -su pronunciación era casi perfecta aunque- probablemente caribeño.

Miré a J con cara de preocupación, ¿qué hacer?
Sacó de su cartera un billete de 20bs y yo igual. Se lo dimos y el señor nos agradeció en inglés.
-You're welcome. Dije yo.

Joe dijo que "¿cómo no darle algo a una persona que habla inglés?"... Sí, la circunstancia fue muy extraña, todo fue extraño. ¿Sería el destino, alguna señal? ¿Por qué se sentó junto a nosotros cuando todas las mesas estaban vacías y había en las otras esquinas personas con mejor "pinta"? ¿Por qué entró justo en ése momento? Why us?

"Dios te lo devolverá" dijo Joe.

Y así como llegó, así mismo desapareció.
Ninguno de los dos lo vio salir del local pero ya no estaba en la mesa de al lado.


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