Mesa para uno.

Comer sola

El primer día en el hotel, madre me explicó que los desayunos venían incluídos y bajamos entonces a comer, así conocí el lugar, para "aclimatarse".
Ella tendrá que irse en la mañana muy temprano a trabajar, por lo que a mí me tocará comer sola.
Primer día en "mono"
No, no en mono de animal o warmsuit. Mono en uno, unidad, una sola cosa...
6:30am me arreglo para bajar a comer.
7:00am debo bajar a comer, ya tengo hambre.
7:30am ya a partir de las 8 va más gente a comer, baja antes que se llene -pensé-
No fue fácil decidir si bajar o no, miles pensamientos pasaron por mi cabeza.
"Si bajo, seguro se me quedan viendo"
"Si bajo, entonces, ¿a dónde voy? ¿qué debo hacer?"
10:00 coño pana, ya queda una hora para que cierren el comedor, anda... ¡¡¡ANDA!!!
Lo que me terminó de convencer fue el hecho de que si no bajaba, moriría de hambre.
Abrí la puerta con recelo, salí. Marqué el ascensor PB.
Se abre frente a mí, un infinito lobby dorado e impecable. Muchos sofás de colores vivos que junto con la gente, le quitan el tono frívolo al lugar. El comedor está al fondo y a la derecha.
-¿habitación?
-904
-¿dos personas?
-No, sólo una.
¿Acaso, en tu vocablo la palabra "SOLA" no está disponible? Mija, quita esa cara de drama que quién comerá sola soy yo.
Tomé un vaso, lo llené de jugo de naranja; el plato, con huevos revueltos, tostadas; bacon, un muffin y mermelada... las manos me temblaban, sentí que la gente vigilaba todo lo que hacía.
Me senté en una mesa cerca de la ventana (para pasar desapercibida), veía -a la vez que comía- a través de ella, el azul e infinito mar. Hablaba además, con Rafa por whatsapp.
Es un tabú comer sola.

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