Retirar, no aguantar. No más pesar.

Luego del anterior episodio caótico y de llevar demasiado tiempo sin pensar en serio qué hacer, tomé la decisión más sensata que podía.
No fue fácil, de hecho, ha sido una de las más complejas e intrincadas que he de tomar.
¿de qué sirve seguir malgastando mi tiempo, gasolina, y bueno, el esfuerzo general que conlleva cada vez que bajo a la universidad? ¡Para nada! Obviamente que para nada... estoy segura que Mr.S sí tenía razón cuando me dijo que me estaba auto saboteando. Es ahora, más que antes, una realidad.
Pagué el arancel correspondiente en el banco, imprimí dos planillas y me dispuse a retirar matemática.

Perdí como dice Juan, los cobres.

Comentarios